sábado, 25 de abril de 2020

Capitulo 13: Hechos inesperados

INT. / STYLES, CAFETERÍA / DÍA





Es la hora del almuerzo para todos los empleados de la empresa. Margarita lo hace acompañada por Isabela sentadas en una mesa; ambas han traído el almuerzo preparado en recipientes desde la casa de la primera.



La Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Margarita%2BcambioLa Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Isabela

Isabela: (avergonzada) ¡Oh santo cielo, niña Margarita! (Mirando alrededor) Para mí era mejor que pidiéramos algo de comer más decente, un domicilio, una pizza, no sé. Es de quinta traer el almuerzo al trabajo.

Margarita: (seria) ¿Usted tiene dinero para pedir un domicilio?

Isabela: Pues no, pero…

Margarita: Pero nada, doña Isabela. Esto es lo que hay y la gente humilde trae su almuerzo en coquitas (recipientes) como estas. Tome.

Margarita le pasa a Isabela su almuerzo. Isabela hace un puchero y no ve de otra que comenzar a comer, aunque lo escupe en cuanto lo prueba y comienza a toser.

Margarita: (preocupada) ¿Qué le pasa, doña Isabela? ¿Está bien?

Isabela sigue tosiendo llamando la atención de todos los presentes de la cafetería. Margarita se levanta y le pasa de inmediato una botella con agua para que beba y al cabo de unos segundos, deja de toser.

Isabela: Oh santo cielo (Reponiéndose de la tos).

Margarita: ¿Cómo se siente? (Dándole palmaditas en la espalda).

Isabela: Bien, mi corazón. Por un momento pensé que tendría que ir al hospital de urgencia.

Margarita: (extrañada) ¿Por qué? ¿Qué le pasó? ¿Qué tenía la comida?

Isabela: (molesta) ¿Como que qué tenía la comida, niña? ¡Está fría! ¡Fría como un témpano de hielo! Más fría que el corazón de mi arrugada madre.

Margarita: Ay doña Isabela, no exagere, además quién la manda a tragar tan rápido (Vuelve a sentarse).

Isabela: (sorprendida) ¿Cómo que a tragar?

Margarita: Pues sí. Yo ya me iba a poner de pie para calentar la comida en el microondas cuando usted empezó a comer.

Isabela: ¡Qué desconsiderada eres, mi corazón! Tengo hambre. Lo más lógico era que empezara a comer de una buena vez (Suspirando). Es tan difícil adaptarse a esta vida.

Margarita: Yo se lo dije anoche y usted no me creyó, pero bueno. En un rato vengo, voy a calentar y ya regreso.

Margarita toma los recipientes y se dirige a calentar la comida en el horno microondas que hay disponible en la cafetería para que los empleados que traen sus almuerzos desde casa los calienten. Es cuando sin fijarse se tropieza levemente con Matt.

La Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Matt

Margarita: (apenada) ¡Ay Matt! Disculpa, no me fijé. Iba con la cabeza en las nubes como siempre.

Matt: (sonriéndole) Tranquila y qué bueno que te veo. Te estaba buscando.

Margarita: (extrañada) ¿Ah sí? ¿Hice algo mal?

Matt: Por el contrario. Tú todo lo haces excelente y te quería dar las gracias por eso. Fíjate que la reunión con los inversionistas americanos fue todo un éxito.

Margarita: (contenta) Ay, qué bien. Me alegra muchísimo, esa es una excelente noticia.  

Matt: Sí, porque eso era justo lo que veníamos buscando desde hace unos meses. Mariela trabajó mucho para lograrlo y yo sólo fui como un intermediario, pero te lo debo a ti más que todo.

Margarita: (sonriendo) Tampoco es para tanto. Yo sólo te asesoré con la presentación y las diapositivas.

Matt: Pero no de ser porque me echaste una mano, créeme que no los hubiera logrado convencer. De nuevo te debo una. Muchas gracias.

Margarita: Tú sabes que lo hago con todo el gusto el mundo. Yo lo único que quiero es apoyarte en todo lo que necesites.

Matt se queda mirando en silencio a su secretaria, quien, al darse cuenta, baja la mirada avergonzada.

Margarita: ¿Qué tanto me ves? (Ríe tímidamente).

Matt: Es que… Discúlpame. Cada día que pasa te pones más bonita. Me gusta mucho verte así de bien.

Margarita: (sonrojada) La verdad no sé qué decir. Gracias por el halago.

Matt: Yo sólo digo lo que siento.

Matt se acerca a ella y le retira los lentes con delicadeza, poniéndola nerviosa.

Margarita: ¿Qué… qué haces, Matt?

Matt: ¿Quién diría que detrás de tanta timidez y baja autoestima se esconde una mujer tan espectacular como tú?

Margarita: Discúlpame, pero no entiendo por qué me dices estas cosas así de repente (Baja la cabeza).

Matt: Mírame, por favor…

Margarita alza la mirada bastante nerviosa. Matt la mira de forma especial.

Matt: Te lo digo, porque así lo siento. Muchas veces, con el ajetreo, no veo a las personas que están a mi alrededor. Muchas veces las paso por alto y no me doy cuenta que siempre están ahí para mí, así como tú.

Margarita lo escucha con atención.

Matt: Esta mañana, cuando los inversionistas me dieron el sí, no te imaginas la alegría tan grande que sentí, porque hasta ahora es lo más trascendental que he logrado en la empresa, pero no es un triunfo mío. Es por ti que siempre has estado ahí conmigo, apoyándome en todo incondicionalmente y guiándome…

Matt se le acerca aún más y toma el rostro de ella entre sus manos.

Matt: Mira Margarita. Yo no sé cómo lo tomes, pero te he tomado un cariño tan fuerte en estas semanas que mi vida no sería la misma si no estuvieras conmigo y me siento feliz por eso. Me pone muy contento saber que estás a mi lado. Gracias… Gracias de verdad.

Matt abraza a la joven secretaria, quien no puede evitar sentirse sumamente anonadada por las palabras de él. Erick observa bastante molesto a lo lejos.

La Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Erick

Erick: (incrédulo) Esto no puede ser. Matt abrazando al esperpento. ¡La está abrazando!

El hombre se retira de allí rápidamente antes de que lo vean y sube al piso principal, en donde se encierra en su oficina cerrando con fuerza la puerta.

Erick: (caminando de un lado para el otro) Increíble. Lo voy a buscar para que almorcemos juntos y me encuentro con semejante escena. ¡La maldita fea esa no pierde el tiempo! ¡Maldición!

Erick deja de caminar y pega un chillido ante el gran disgusto que siente.

Erick: Debo calmarme, nada me gano haciendo estas pataletas. Lo que necesito es sacar del camino al esperpento de una vez por todas. La muy estúpida me lleva ventaja por ser mujer, pero no le daré el gusto de quedarse con Matt. Claro que no. ¡Él es mío!

Erick aprieta los dientes, seguro ante lo que dice y planeando la forma de deshacerse de la secretaria. Entretanto, en la cafetería, Matt sigue abrazando a Margarita. Ella cierra los ojos disfrutando de aquel momento entre los brazos de él, pero en un momento dado, decide apartarse.

La Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Margarita%2BcambioLa Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Matt

Margarita: Matt, yo…

Matt: ¿Qué pasa? ¿Te incomodé?

Margarita: Bueno, no. Es sólo que… Tú sabes lo que siento por ti y tampoco creo que sea muy apropiado que me abraces aquí en la cafetería de la empresa.

Matt: Entiendo, no te preocupes. Discúlpame tú a mí, pero estaba tan contento que cuando la junta terminó, salí corriendo a buscarte para darte la buena noticia y compartir la alegría que siento contigo.

Margarita: Me alegra mucho que las cosas hayan salido bien y bueno, si me disculpas, voy a calentar la comida. Doña Isabela me está esperando para que almorcemos juntas.

Isabela: (gritando a lo lejos) ¡Niña Margarita! ¿Piensas matarme de hambre? ¡Estoy que me como a mí misma, mi corazón! ¡Apúrate!

Margarita y Matt se ríen al oírla.

Margarita: ¿Ves? Mejor me doy prisa y le llevo su almuerzo.

Matt: (riendo) Tienes razón y no hay quien la aguante con tiene hambre. Tú sabes, a su edad es normal ponerse cascarrabias y enojón.

Margarita: (riendo) ¡Qué malo! Donde te oiga, te manda para el hospital.

Matt: Es de cariño, pierde cuidado. Conozco a Isabela desde hace muchos años y ya sé cómo lidiar con ella. Bueno, te veo más tarde en la oficina. Buen provecho.

Margarita: (sonriéndole) Gracias Matt. Tú también.

Matt se retira de la cafetería. Margarita lo ve irse y esboza su sonrisa.

Margarita: (suspirando) Te amo tanto, Matt y si tan sólo supieras que una de las razones de mi cambio eres tú, pero los sentimientos no se pueden forzar. El tiempo será el que diga si los dos vamos a seguir juntos como amigos o… como algo más…

Isabela: (gritando) ¡Niña Margarita!

Margarita rueda los ojos al escuchar a Isabela.

Margarita: ¡Voy doña Isabela! ¡Un momento!

Margarita finalmente mete los recipientes en el horno microondas y programa el tiempo para que caliente los almuerzos.

INT. / CABAÑA / DÍA


Una anciana de nombre Carmela, sirve comida en una modesta mesa de madera. Viste de forma colorida y usa una pañoleta en la cabeza; parece ser una curandera.

La Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Carmela

Carmela: Venga a comer, señor.

Eugenio sale de la penumbra de la cabaña sin camisa, destacando el lado de su cara que quedó desfigurado luego del incendio al igual que otras cicatrices en sus brazos y pecho. El hombre mantiene una expresión de dureza en el rostro y se sienta a la mesa.

La Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Eugenio

Carmela: Por lo que veo, mientras fui al pueblo a comprar comida esta mañana, usted salió, ¿no?

Eugenio: Tenía algo pendiente que hacer (Toma los cubiertos y empieza a comer).

Carmela: Yo pensé que como había quedado tan quemado no iba a querer que lo viera nadie.

Eugenio: Me cubrí bien la cara, además tenía que salir para hacer algo importante y que no puede dar espera (Mira al vacío con odio).

Carmela: (sentándose frente a él) Me da miedo lo que veo en sus ojos, señor. ¿Quién es usted en verdad? ¿De dónde viene? ¿Qué fue lo que le pasó esa noche? (Pregunta intrigada).

Eugenio: Entre menos sepa, mejor, pero no se preocupe. Mi estancia aquí no va a ser por mucho tiempo y le voy a pagar con creces lo que hizo por mí…

Eugenio sigue mirando al vacío y recuerda la noche del incendio.

FLASH BACK

INT. / CABAÑA ABANDONADA / NOCHE

La Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados 6061cdab5b7c8d2b6a56c180b1836adca3a5ca7b_00

Erick termina de regar la gasolina sobre varios objetos y se inclina sacando del pantalón de Eugenio el encendedor. Luego, se dirige a la salida de la cabaña y lo mira con desprecio.

La Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados ErickLa Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Eugenio

Erick: Espero que te pudras en el infierno, miserable.

Es cuando Erick, usando el encendedor, le prende finalmente fuego a la cabaña y en sólo cuestión de segundos, se forma un gran incendio que cubre todo el interior de la misma. Eugenio yace bocabajo, inconsciente y malherido en el piso.

Erick: Hasta nunca…

Erick retrocede, dando unos cuantos pasos hacia atrás y mirando a Eugenio. El joven decide darse la vuelta y sale corriendo en medio de la oscuridad del bosque. Poco a poco, el incendio que se ha formado comienza a consumir completamente la cabaña. Eugenio, en el piso, continúa inconsciente e incluso, una de sus piernas comienza a prenderse en fuego. El hombre abre los ojos despacio, aturdido por los severos golpes que Erick le propinó minutos antes y alza la mirada, confundido, sin entender qué ocurre hasta que empieza a sentir su pierna arder.

Eugenio: (respirando agitado) ¿Qué está pasando?

Eugenio intenta acomodarse adolorido en la cabeza, se recuesta y abre los ojos sumamente impresionado al ver una de sus piernas envuelta en fuego.

Eugenio: (aterrado) ¡Mierda!

Intenta ponerse de pie rápidamente, pero el fuego va subiendo por todo su cuerpo poco a poco. La cabaña comienza a desmoronarse a pedazos.

Eugenio: ¡Erick! ¡Erick, ayúdame! ¡Tengo que salir de aquí! ¡Me estoy quemando! ¡Tengo que salir de aquí! (Grita desesperado y buscando la salida).

Eugenio comienza a dar vueltas. En cuestión de segundos el fuego ha tomado posesión de todo su cuerpo y grita adolorido al sentir cómo se quema. El hombre logra cruzar la puerta de la cabaña en medio de las llamas y una vez afuera, se tira en la hierba pegando gritos estrepitosos al sentir como su piel se quema toda simultáneamente.

Eugenio: (desesperado) ¡Auxilio! ¡Auxilio, me estoy quemando! (Revolcándose en la hierba) ¡Maldita sea, me estoy quemando! ¡Alguien que me ayude! ¡Ah!

Eugenio grita desgarrado en medio del intenso dolor que siente por todo su cuerpo quemándose simultáneamente.

Eugenio: ¡Erick! ¡Erick, desgraciado! ¡Bastardo! ¡Te voy a matar! ¡Te juro que te voy a matar!

Los gritos del hombre se escuchan en un eco profundo. Carmela aparece en ese momento cargando dos baldes de agua en cada mano.

La Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Carmela

Carmela: (aterrada) ¡Dios santo! ¡Este hombre está en llamas!

Eugenio: ¡Ayúdeme! ¡Ayúdeme, por favor! (Rodando en la hierba),

Carmela pone los baldes en el suelo, se quita una manta que traía puesta en la espalda y con ella comienza a golpear a Eugenio para apagar las llamas. Él sigue rodando en la hierba y gritando ante el dolor que siente.

Eugenio: ¡Ayúdeme! ¡Me estoy quemando!

Carmela: ¡Ya casi, señor! ¡Ya casi! (Golpeándolo con la manta).

En efecto, las llamas empiezan a reducirse. La mujer aprovecha y toma con prontitud uno de los baldes que cargaba rociando toda el agua sobre Eugenio, logrando que el fuego cese por completo. Eugenio deja de dar vueltas. Ha quedado casi que desnudo y con terribles quemaduras en gran parte de su cuerpo que lo hacen ver de forma aterradora.

Carmela: (preocupada) Usted necesita ayuda ya mismo. Hay que vendarle esas heridas o le puede dar una infección.

Eugenio sólo permanece en quietud, mira al cielo y gime frente al ardor que siente en su piel.

FIN DEL FLASH BACK

El recuerdo termina. Eugenio mastica la comida despacio mirando al vacío.

Carmela: Menos mal ese día pasaba cerca. Venía de recoger agua del río cuando vi fuego de lejos y me vine corriendo a ver qué pasaba.

Eugenio no le dice nada y continúa comiendo.

Carmela: Luego lo traje pa’ acá y pasó agonizando tantos días que hasta pensé que se iba a morir…

Eugenio: (la interrumpe) Pero no fue así y aunque haya quedado como un maldito monstruo, por lo menos sigo con vida y esta oportunidad no la pienso desaprovechar.

Carmela: (extrañada) ¿Por qué lo dice?

Eugenio: Eso no es de su incumbencia, señora. Le agradezco por haberme salvado esa noche, por haberme traído a su casa y por haber curado mis quemaduras que, por cierto, han cicatrizado muy bien, pero en lo relativo a mi vida, es mejor que se meta.

Carmela: (suspirando resignado) Está bien, no le vuelvo a preguntar nada para no pasarme de metiche. Más tarde preparo unas yerbas muy buenas pa’ que se eche en la cara. Estoy segura que le van a hacer bien en esas cicatrices.

Eugenio no mencionada nada más extrañando a la anciana, quien lo mira con suspicacia.

INT. / STYLES, CAFETERÍA / DÍA

Margarita e Isabela han terminado de almorzar. Isabela suspira, se recuesta en la silla e inclusive eructa tan fuerte que sorprende no sólo a Margarita sino a los demás empleados que comen en el lugar.

La Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Margarita%2BcambioLa Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Isabela

Isabela: ¡Quedé tan llena! Cocinas como los dioses, niña Margarita. Por algo dicen que la comida de pobre tiene algo especial que la de los ricos no tienen.

Margarita: (riendo) Es la misma comida, sólo que la sazón cambia y para todo hay gustos.

Isabela: Como sea, contigo me late que me voy a engordar y no puedo permitir eso, mi corazón. Una de las reglas número uno de nosotras las mujeres es cuidar la línea, así que bájala a la ración a partir de ahora.

Margarita: Yo no creo que la ración sea importante, doña Isabela. Es peor matarse de hambre y además yo me mantengo en forma todos los días cuando corro detrás del bus para no llegar tarde.

Isabela: Sí y ahora que mencionas la palabra bus, casi me da un infarto cuando me subí contigo a ese asqueroso vehículo esta mañana. ¡Oh santo cielo! ¿En qué estaba pensando cuándo te hice caso? Jamás en la vida había sido tan manoseada y había sentido tantos malos olores juntos. Luego para colmo tuvimos que irnos de pies todo el camino.

Margarita: ¿Qué esperaba, doña Isabela? Es la hora pico, justo cuando todo el mundo usa el transporte público.

Isabela pone sus pies encima de la mesa asustando a Margarita.

Isabela: ¡Ay! Pues no sé tú, pero yo me siento tan muerta que un masaje en mis bellos pies no me caería nada mal en estos momentos.

Margarita: Bueno, yo le aconsejaría que se empiece a acostumbrar (Baja los pies de Isabela de la mesa). Todo es cuestión de tiempo, va a ver.

Isabela: ¿Tiempo? Estás loca si crees que me volveré a subir a un bus de esos (Vuelve a subir los pies a la mesa). Hoy fue la primera y la última vez. Esta mañana fue un caso de fuerza mayor, ya que dejé mi auto en la discoteca donde ahora trabaja… (Se detiene).

Margarita: (curiosa) ¿Donde ahora trabaja quién?

Isabela: Mi ex asistente personal, Adrián. ¿Te acuerdas de él? Me lo encontré anoche trabajando de mesero en una discoteca.

Margarita: Ah, sí. El que le renunció ayer y por quien estaba de tan bajos ánimos usted.

Isabela: Claro que no, cariño. Él no era la razón por la que estaba decaída o bueno... En parte sí. Lo que quiero decir es que… ¡Ay niña Margarita!

Isabela baja los pies de la mesa, inclina un poco el torso y se acerca a ella para hablarle en voz baja.

Isabela: Me confesó que está enamorado de mí.

Margarita: (feliz) Ay, pero eso es muy bueno, doña Isabela y no entiendo por qué esa cara que ha tenido desde ayer. ¿O me va a decir que usted no le gusta? Porque yo ya había visto el otro día esas miraditas entre los dos.

Isabela: Debo admitir que sí. Me encanta y… Yo también estoy enamorada de él, pero el problema es mi madre. Ella me detesta y jamás nos dejaría estar juntos. Toda la vida ha querido manejarme a su antojo, volverme vieja y amargada como ella.

Margarita: Me imagino sus razones tendrá, ¿no?

Isabela: Sí, tal parece que mi abuela fue igual con ella y mi padre la abandonó cuando estaba embarazada de mí. Por eso debo supuestamente seguir su camino para evitar que cometa el mismo error.

Margarita: Ay, qué mal, doña Isabela, pero sí sería buena idea que se aleje de ella ahora que no viven bajo el mismo techo y se independice. Usted puede tomar sus propias decisiones y yo creo que ya es hora de que aplique eso que tanto me ha aconsejado a mí.

Isabela: ¿De qué hablas?

Margarita: Sí, eso que usted me ha dicho, que me vuelva una mujer empoderada y todas esas cosas.

Isabela: La verdad no sé, niña Margarita. Tu caso es diferente al mío. Lo único que sé es que… Extraño mucho al niño Adrián. Quiero estar con él (Solloza). Quisiera buscarlo y decirle tantas cosas, pero me dan miedo las represalias que pueda tomar mi madre.

Margarita: (sonriéndole) Yo le aconsejo que no tema al amor. Mire que el miedo es un sentimiento horrible que no nos permite ser felices y se lo digo por experiencia propia.

Isabela la escucha con atención algo afligida.

Margarita: Búsquelo. Vaya a esa discoteca donde se lo encontró anoche y no sé… Hablen y aclaren las cosas entre los dos. Yo estoy segura que si él la quiere sinceramente va a luchar por estar con usted.

Isabela: Tienes razón (Se limpia los ojos). Voy a buscarlo para hablar con él de una vez por todas. En definitiva, tienes madera para ser psicóloga, mi corazón.

Margarita: (riendo) Por algo dicen que la experiencia es la mejor consejera. Yo sólo le digo qué podría hacer, pero recuerde que es usted la que toma la decisión final.

Isabela: Sí, es verdad, mi corazón. Es hora de que deje el miedo a un lado (Mirando ilusionada al vacío). ¡Es tiempo de que me empodere, que saque esa diva, esa potra que llevo dentro de mí!

Margarita ríe ante las ocurrencias de Isabela. Ésta se pone de pie.

Isabela: Todavía tengo media hora para ir a la discoteca antes de que volvamos al trabajo.

Margarita: Entonces vaya rápido y ahorita me cuenta qué tal le fue. La acompañaría, pero creo que eso es algo que debe hacer usted solita.

Isabela: (apurada) Sí, mi niña, no te preocupes. Te veo luego, eh (Besa a Margarita en cada lado de la cara). Me voy a ir volando y más tarde hablamos. Te cuidas.

Margarita: Usted también, doña Isabela. Deseo que le vaya muy bien.

Isabela se va sumamente apurada y sube al ascensor. Margarita sonríe contenta por ella.

INT. / CAFETERÍA / DÍA

Andrea llega a una cafetería del centro de la ciudad caminando con prepotencia, pero a la vez con una marcada elegancia. Usa unos lentes de sol y se sienta en una mesa en donde al parecer alguien, cuyo rostro no se enfoca, la espera.

La Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Andrea

Andrea: Me alegra ver que eres puntual y llegaste primero que yo, porque bien sabes que detesto que me dejen esperando.

La joven se quita los lentes de sol, los pone encima la mesa y saca de su fino bolso un sobre con dinero el cual pone también encima de la mesa.

Andrea: Ten. Es el dinero de este mes y espero que a la próxima vez no se te ocurra volverme a buscar en mi apartamento.

La persona misteriosa toma el sobre, pero su rostro aún no se enfoca, aunque se logran ver sus manos y parece ser otra mujer.

Andrea: Tú bien sabes que no quiero que nadie se entere de ese vergonzoso lazo que nos une. Para mí moriste desde ese día y ya hago suficiente dándote dinero para que al menos sobrevivas.

La persona misteriosa guarda silencio. Andrea suspira y vuelve a ponerse sus lentes de sol

Andrea: Ahora sí, vete. Deja que sea yo quien te llame el próximo mes para darte tu limosna. Yo no quiero que me busques y ya deja de mirarme así que me desesperas. Vete de una buena vez.

La persona misteriosa parece gimotear, se levanta y se va de la cafetería. Andrea se quede mirándola con desprecio. ¿De quién se tratará?

INT. / DISCOTECA / DÍA


Isabela entra a la discoteca en la que estuvo la noche anterior con la diferencia de que no hay ningún cliente ni suena música. Hay varios meseros limpiando las mesas, entre ellos Adrián.

La Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados IsabelaLa Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Adrian2

Isabela: (acercándose tímida) Niño Adrián…

Adrián voltea al escuchar su nombre sorprendiéndose al verla, por lo que sonríe.

Adrián: Doña Isabela. ¿Qué hace aquí? Todavía no abrimos.

Isabela: No he venido por eso, mi corazón. Vine para hablar contigo. ¿Me darías un momento?

Adrián se queda pensativo unos segundos y asienta con la cabeza. Minutos después, ambos están cerca de allí, sentados en una banca de un parque. Isabela se ve incómoda e indecisa.

Adrián: Pues bueno, ya estamos aquí. ¿Qué era eso que necesitaba hablar conmigo?

Isabela: Ay niño Adrián, yo… Tal vez no debí venir.

Adrián: (extrañado) ¿Por qué lo dice?

Isabela: Porque hasta ahorita me sentía muy segura de lo que te quería decir, pero ahora, teniéndote aquí en frente de mí, siento que no soy capaz, que fue mala idea, así que mejor me voy. Con tu permisito.

Isabela se levanta de la banca e intenta irse rápidamente, sin embargo, Adrián sale tras ella y la alcanza interponiéndosele en el paso.

Adrián: ¡Un momento! ¡Un momento, doña Isabela! ¡Espérese!

Isabela: (preocupada) Déjame ir, niño Adrián. Tú vuelve a tu trabajo y haz de cuenta que no me viste y que fui invisible ante tus ojos.

Adrián: Pero es que no la entiendo. Viene, me busca, me pide que hablemos y después sale corriendo, así como si nada. ¿Por quién me toma?

Isabela: Lo que pasa es que venía para… (Dudosa) ¡Ay bueno! Tenía que decirte que no he dejado de pensar ni un solo minuto en ti.

Adrián se sorprende al escuchar y sonríe levemente ante eso.

Isabela: Te he extrañado muchísimo, niño Adrián. Te quiero y… (Baja la mirada) Me duele tanto el solo hecho de pensar en alejarme de ti. Yo no quiero que mi madre llegue a hacerte daño por mi culpa, porque no me lo perdonaría y no quiero que sufras, pero a la vez…

Isabela se pone solloza y lo mira con los ojos vidriosos.

Isabela: A la vez deseo con todo mi corazón poder estar contigo, compartir mi vida contigo y ser feliz con un hombre como tú que por primera vez no busca mi dinero por ser una solterona.

Adrián se le acerca y le limpia con delicadeza las lágrimas de los ojos sin dejar de sonreírle.

Adrián: Mi doñita, en estos momentos la que debe dar el primer paso es usted. Sea cual sea su decisión yo la sabré entender y créame que no me da miedo enfrentarme a nada ni nadie si esa decisión es la estar conmigo.

Isabela llora sin saber qué decir. Mira con deseo los labios de él y sin darse a la espera lo besa apasionadamente. Adrián no tarda en corresponderle y poco a poco, ambos se funden en un beso intenso, pero que a la vez desborda mucho amor entre los dos.

Adrián: (apartándose sonriendo) ¿Qué fue eso?

Isabela: Mi decisión final. Lo único que sé es que deseo estar contigo toda mi vida, niño Adrián, así que mi respuesta es afirmativa. Me caso contigo, mi corazón.

Adrián: (riendo) ¿De qué habla? Yo no le he pedido matrimonio todavía.

Isabela: Pues te dije el sí por adelantado. Quiero ser feliz contigo. Es lo único que sé.

Adrián: Yo también, mi doñita. Yo también… (Acariciándole el rostro).

Isabela lo besa nuevamente de forma intensa a tal punto que lo deja sin respiración. Los dos ríen de forma divertida y de lejos, no se percatan de que son fotografiados por alguien.

INT. / HOSPITAL, RECEPCIÓN / NOCHE

La Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Unname10

Ha caído la noche en la ciudad. Margarita consigna el dinero que le prestaron sus vecinos y Mariela para la operación de Lorenza en la recepción del hospital. La joven es acompañada como de costumbre por Armenteros.

La Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Margarita%2BcambioLa Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Armenteros

Recepcionista: Listo, señorita. Tome su recibo y llévelo al área encargada para autorizar la operación.

Margarita: (sonriendo) Muchas gracias. Bueno, ya que pagué y ahorita mismo voy a firmar la autorización, ¿para cuándo cree usted que programen la operación?

Recepcionista: Para mañana mismo. Como es una operación prioritaria, sólo es cuestión de que su mamá ingrese al quirófano en cuanto el doctor diga.

Margarita: Está bien. Gracias de nuevo.

Margarita se aparta de la recepción con Armenteros.

Margarita. ¿Sí escuchó, padre? Mañana por fin operan a mi mamita. Qué alegría.

Armenteros: Sí y con la ayuda de Dios va a salir excelente de esa operación. Ten fe.

Margarita: Yo espero que así sea. Le ha tocado sufrir mucho con ese problema en su corazón y toda la situación con Beto la empeoró.

Armenteros: Hablando de él, ¿no has pensando en ayudarlo? Mira que ya hace tiempo está privado de la libertad y seguro no tardan en llevarlo a una cárcel a espera de un juicio.

Margarita: (desanimada) Lo siento por él, es mi hermano y todo, pero ahorita no tengo cómo ayudarlo. La fianza era muy costosa y aunque hubiera buscado los medios para pagarla, eso hubiera sido como un premio para él después de lo que hizo (Se cruza de brazos seria).

Armenteros: En eso tienes razón. Los actos tienen consecuencias y Beto se lo buscó después de todo. Espero que Lorenza lo entienda cuando salga de todo esto.

Margarita: Ojalá que sí, padre…

Armenteros: Bueno, hija. ¿Por qué mejor no vas a firmar la autorización de una vez y te espero para que recemos juntos un rosario por tu mamá aquí en la capilla del hospital?

Margarita: (emocionada) ¿Sabe que sí? Me parece una excelente idea. Espéreme aquí mientras firmo y ya regreso.

Armenteros: (sonriéndole) Está bien, no te demores.

Margarita se va apurada. Armenteros esboza su sonrisa y mira hacia arriba

Armenteros: Dios mío, ayuda a Lorenza. Bendícela. Permite que pueda vivir y si así tú lo dispones, no dejes que se vaya sin confesarle la verdad a Margarita, por favor.

INT. / CASA UZCÁTEGUI, SALA / NOCHE

La Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Casauz10

Andrea se encuentra en la sala siendo atendida por la empleada de servicio doméstico de la casa. La joven se ve en una actitud altiva y prepotente, como es típico en ella.

La Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Andrea

Empleada: Le digo que el joven Matt no está, señorita. Él no ha llegado.

Andrea: ¡Muy bien! Pues de aquí no me muevo hasta que llegue y hable con él. Tengo que darle una noticia muy importante.

De repente, Erick hace aparición en la escena, extrañado al ver a Andrea. Los dos se miran de mala forma.

La Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Erick

Erick: ¿Qué está pasando aquí? ¿Quién es ésta?

Empleada: Ella es…

Andrea: (interrumpiendo) ¡La novia de Matt!

Erick: (sorprendido) Ah, claro, pero si tú eres la tal Andrea.

Andrea: Sí, así como lo oyes. ¿Tú quién eres?

Erick: Erick Dupont. El primo de Matt, pero no entiendo qué haces aquí. Hasta donde supe, mi primo terminó contigo hace ya algunas semanas y está soltero. ¿Para qué lo buscas?

Andrea: Por razones personales que sólo nos conciernen a él y a mí, así que llámenlo. Estoy segura que lo están escondiendo y el muy infeliz no me quiere dar la cara.

Erick: Te equivocas, ma chère (querida). Matt no está, así que vete por donde viniste y deja de buscarlo. Ustedes no tienen absolutamente nada de qué hablar, porque ya no tienen ninguna relación.

Andrea: (molesta) ¿Quién te crees para decirme lo que debo de hacer? Lo que tenga que hablar con él es mi problema. Llámalo. Dile que salga.

Erick: Te dije que no está. Lárgate

Andrea: (ignorando a Erick) ¡Matt! ¡Matt! (Gritando).

Andrea intenta adentrarse en la casa, pero Erick se lo impide interponiéndole el paso y tomándola bruscamente de un brazo.

Erick: (molesto) ¡Tú de aquí no pasas!

Andrea: (soltándose) ¡No me toques!

Mariela también aparece en ese momento extrañada por las fuertes voces que escuchó desde arriba. La mujer está en bata.

La Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Mariela

Mariela: ¿Puedo saber a qué se debe este escándalo? ¿Qué pasa?

Andrea: ¡Mariela! Qué bueno que te veo.

Mariela: (sorprendida) Andrea. Me sorprende que estés aquí y a esta hora. ¿Qué ocurre?

Andrea: Disculpa que me aparezca así y que esté tan alterada, pero ese tipejo y la mugrosa de tu sirvienta me están impidiendo que hable con Matt.

Erick: Las cosas no son así, tía. Yo hace rato le estoy diciendo a esta mujer que Matt no está, pero es tan estúpida que parece no entender.

Andrea: Deja de meterte en lo que no te importa.

Erick: Me meto porque esta es mi familia y tú no eres más que una aparecida.

Andrea: ¿Con qué aparecida? ¿Qué hay de ti? De seguro no eres más que un arrimado al que Mariela y Matt están acogiendo por caridad.

Erick: (furioso) ¿Tú qué sabes, maldita cabaretera?

Andrea pierde los nervios y le suelta una sonora cachetada a Erick. Mariela se acerca a él.

Mariela: (sorprendida) ¡Por Dios, Andrea!

Erick: ¿Cómo te atreves a golpearme, desgraciada? ¡Fuera de aquí o voy a llamar a la policía para que te saquen a patadas por agredirme! (Grita histérico).

Andrea: Atrévete y juro que haré un escándalo para que todo el mundo se entere de la clase de miserable que es Matt Uzcátegui.

Mariela: ¡Basta ya! ¡Esto es el colmo! Escándalos en la empresa y ahora escándalos en mi casa.

Andrea: Perdóname, Mariela, pero trata de entenderme. Matt me dejó como si nada, me humilló después de que jugó conmigo durante meses y ahora vine a poner en orden las cosas entre nosotros de una vez por todas.

Mariela: Erick te dijo la verdad, Andrea. Matt en este momento no está y no sé en dónde se habrá metido, pero el punto es que no puedes venir a hacer este tipo de shows en mi casa. Esta no es una plaza de mercado y tú eres una señorita. Compórtate.

Erick se ve notablemente disgustado.

Andrea: De nuevo te pido que me perdones. Te juro que esa no era mi intención. Tú sabes que te aprecio mucho y si vine fue para notificarle a Matt que va a ser padre.

Mariela y Erick se sorprenden al escucharla.

Andrea: Estoy embarazada y tiene que responder por el hijo que estoy esperando.

Mariela se lleva las manos a la boca impactada por la noticia mientras que Erick no puede creerlo.

INT. / CLUB BAR / NOCHE

Matt toma unas cuantas cervezas acompañado de su amigo Iván. Los dos están sentados cerca a la barra y él no dice nada, sonriendo pensativo.

La Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados MattLa Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Ivan

Iván: (curioso) ¿En qué tanto piensas, hombre?

Matt: En una mujer maravillosa por la que no sé ni qué estoy sintiendo.

Iván: ¿Tu secretaria? ¿La tal Margarita?

Matt asienta con la cabeza y toma un sorbo de su cerveza.

Matt: Vas a decir que estoy loco, pero pienso demasiado en ella, más de lo que debería. Tiene algo que últimamente me llama la atención y no sé si es su forma de ser, de reír, de hablar… Es como un ángel y no sé, hermano, no sé… Tengo la cabeza hecha un lío.

Matt se pasa una mano por el revés de la cabeza en señal de confusión. Iván sonríe ante ello.

Iván: Pues a mí me parece que muy por dentro te está gustado la secre y mira que no tuviste la necesidad de hacer lo que te aconsejé. ¿Te acuerdas?

Matt se queda pensativo ante lo que dice Iván.

Iván: Las cosas se están dando espontáneamente sin que tú hagas nada y eso es buena señal.

Matt: Estoy confundido, Iván. Margarita ha venido cambiando tanto y después de darme cuenta de lo que siente por mí, he empezado a verla con otros ojos y me siento mal por eso, ¿sabes?

Iván: Entiendo (Bebe cerveza). La veías antes como tu amiga y ahora la estás viendo como mujer.

Matt suspira y asienta con la cabeza con cierta culpabilidad.

Iván: Deja de preocuparte. Tú siempre has sido un galán y mírate ahora, confundido y con pena de amores.

Matt: Entiéndeme. Le tengo mucho cariño y no quiero herirla, pero a la vez, quisiera ir más allá. Hoy que la tuve tan cerca y la abracé, me sentí tan diferente a otras veces que también la he abrazado. Me sentí muy bien…

Iván: ¿Entonces qué esperas? Ve por esa mujer y ya no sigas perdiendo el tiempo ¿Quién quita que ella sea la que siempre has buscado, la que de verdad te necesites a tu lado?

Matt se queda pensativo frente a esa pregunta y continúa tomando cerveza sin saber qué hacer.

INT. / CASA UZCÁTEGUI, SALA / NOCHE

La Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Casauz10

Mariela y Erick continúan sumamente impactados por la noticia que Andrea les acaba de revelar. Ella los mira con una sonrisa de picardía.

La Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados ErickLa Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados MarielaLa Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Andrea

Mariela: ¿Estás…? ¿Estás hablando en serio? ¿Tú… embarazada de Matt?

Andrea: ¿Qué tiene eso de particular, Mariela? Es lo más natural que suceda cuando entre un hombre y una mujer hay intimidad.

Mariela: Es que me parece increíble. Tú bien conoces a Matt. Él no está preparado para una responsabilidad de esa magnitud en estos momentos.

Andrea: Él debió haber pensado en eso antes de llevarme a la cama y yo sé que no es muy apropiado decirlo, pero para eso era muy bueno. Me utilizó y estas son las consecuencias.

Erick: Eres una completa descarada, no te conozco, pero ya lo puedo percibir con esa pinta de ofrecida que te cargas.

Mariela: Por favor, Erick, suficiente de insultos y tú, Andrea… Matt no está como te dije. Llámalo y habla con él o si gustas, ven otro día, pero sin formar ningún escándalo. No quiero tener que pedirte de mala forma que te vayas de mi casa.

Andrea: (resignada) Está bien, no te preocupes. Me voy y por supuesto que pienso regresar, pero a la próxima no voy a mover un pie de aquí hasta hablar con él. Matt debe responder como hombre ahora que estoy esperando un hijo suyo.

Mariela: Bueno, frente a eso, no me queda más que pedirte que te retires y pases una feliz noche.

Andrea los mira a ambos con recelo y se va de la casa. La empleada la acompaña a la puerta. Mariela suelta un suspiro sin poder asumir todavía la noticia.

Erick: Tía, no puedes creerle a esa mujer. Es obvio que está mintiendo y quiere amarrar a mi primo. ¿Qué garantía hay de que el hijo que espera es de él?

Mariela: Pues no sé, Erick. Me preocupa demasiado todo esto. Matt no está preparado para ser padre, menos ahora que está al cargo de la empresa.

Erick: ¿Vas a decirle que ella vino a verlo?

Mariela: Tal vez, pero no le diré el por qué. Es mejor que los dos se citen y hablen personalmente.

Erick: Déjamelo a mí. Yo le digo lo que sucedió. Es mejor que tú no te preocupes por estos asuntos tan bochornosos y suficiente tienes ya con la presidencia de la empresa.

Mariela: (poco convencida) ¿Estás seguro?

Erick: (sonriendo con hipocresía) Claro, descuida. Es tarde y es mejor que tú descanses. Mañana será otro día.

Mariela: Está bien. Lo único que espero es que esto no vaya a ser un dolor de cabeza para nadie. La relación entre Matt y Andrea nunca fue la mejor como para que ahora vayan a estar unidos por un hijo. Dios santo, no me quiero ni imaginar.

Erick guarda silencio pensativo.

Mariela: Bueno, Erick. Yo me iré a dormir (Bosteza). Estoy muy cansada y mañana como siempre tengo mil cosas que atender en la oficina. Buenas noches.

Erick: Buenas noches, tía. Que descanses.

Mariela sube las escaleras en dirección a su habitación. Erick borra de su rostro aquella sonrisa hipócrita y habla para sí mismo.

Erick: Lo único que me faltaba. Una perra más de la cual deshacerme. Todo me sale al revés, pero no importa. Debo buscar la manera de tenerlo todo bajo control (Enarca una ceja).

INT. / CABAÑA / NOCHE

Entretanto, Eugenio duerme en una modesta cama. Carmela está a punto de irse a dormir en otra cama que tiene apartada para ella y al ver a Eugenio durmiendo, se acerca con curiosidad a unos periódicos que él tiene encima de la mesa sobre la cual recorta y elabora los anónimos que le envía a Erick.

La Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados EugenioLa Inocencia de Tu Ser // Capítulo 13 // Hechos inesperados Carmela

Carmela: Qué hombre más raro. Todos los días me pide que le traiga el periódico del pueblo y se sienta aquí a recortar y pegar un pocotón de letras. ¿Qué será lo que oculta?


Carmela mira a Eugenio para percatarse de que este durmiendo y toma uno de los periódicos que hay sobre la mesa. Pasa un par de páginas y se sorprende al ver en una de ellas la foto de Eugenio en una noticia.

Carmela: (impresionada) Este… Este hombre del periódico es el mismo que salvé. ¿Cómo es posible?

La anciana lee con dificultad el titular de la noticia, ya que no es una persona totalmente letrada.

Carmela: (leyendo en voz alta) Eu… Eugenio Ji… Jiménez es pro... prófugo de la… justicia fran… francesa por estafa y… lavado de… de dinero.

Carmela deja de leer sumamente sorprendida como asustada.

Carmela: ¡Virgen del Carmen! Es un criminal. Este tipo es un criminal (Repite angustiada)

De repente, la anciana abre los ojos como platos al sentir una soga envolviendo su cuello. Eugenio está detrás de ella, amenazando con ahorcarla.

Eugenio: Por lo visto ya descubrió quién soy, abuela. Una lástima que se hubiera metido en lo que no le importa.

Carmela enmudece sin saber qué hacer y por su edad, se siente incapaz de defenderse.

Carmela: (aterrada) Por favor, no me haga daño, señor. Váyase, voy a hacer de cuenta que no sé nada, pero no me mate.

Eugenio: Lamento decirle que eso no será posible. Usted sabe mucho de mí y no me conviene que le dé información a la policía.

Carmela: Yo le salvé la vida, lo acogí en mi ranchito, le he curado sus heridas. ¡Hágalo por piedad!

Eugenio: ¡Cállese! Usted misma cavó su tumba por entremetida, así que lo siento mucho.

Eugenio no gesticula ningún tipo de expresión, aprieta la soga y comienza a ahorcar a Carmela con fuerza. La anciana intenta soltarse, pero le es imposible y poco a poco comienza a perder la respiración. En un momento dado, deja de moverse y muere irremediablemente con los ojos abiertos. Eugenio deja caer su cuerpo en el piso y la mira con frialdad.

CONTINUARÁ…